Al cierre de los colegios electorales, la clase trabajadora (definición por oposición a la clase que no trabaja porque puede vivir de nuestro trabajo), guardó un minuto de silencio por la victoria electoral de la extrema derecha.
Gracias al voto de 11 millones de personas malinformadas, engañadas, manipuladas, incluso acosadas o amenazadas, la extrema derecha asciende al poder.
La misma extrema derecha a quien Sigue leyendo